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El detenido mató a golpes a su mamá y a tiros a su tía
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Martes, 29 de enero de 2019
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 Así lo determinaron las autopsias a los cuerpos de Pyrhia Saroussy (63) y Lily Pereg (54).
Nicolás Gil Pereg mató su madre Pyrhia Saroussy a golpes y a su tía Lily Pereg, a balazos. Ese fue el resultado del cotejo dactilar realizado sobre los cuerpos de las hermanas israelíes asesinadas en Mendoza, que estaban enterradas en una obra en construcción dentro del extenso predio donde vivía el hombre de 37 años, preso desde el sábado en una cárcel de la capital provincial.
Pereg (54) falleció luego de recibir tres impactos de bala en su cuerpo. Una ingresó por el tórax y perforó el pulmón y el corazón, provocando su muerte en forma inmediata. El asesino utilizó un revólver calibre 38, que fue encontrado en uno de los primeros allanamientos realizados en la propiedad ubicada en calle Roca, de Guaymallén, cerca de un cementerio.
Mientras que el cuerpo de Saroussy (63) presenta lesiones en distintas partes de su cuerpo, como cadera y miembros superiores, y señales de arrastre. "Denota que hubo una lucha, signos de defensa", indicaron los investigadores.
Tras asesinarlas, el ingeniero atravesó hierros en los cadáveres de las mujeres. "Al ser post mortem, no se puede tener como un agravante del delito. Obviamente estas situaciones se valorarán luego para meritar a futuro en una pena, riesgo procesal", explicó la fiscal de homicidios Claudia Ríos, quien llevó adelante la investigación e imputó a Gil Pereg por "homicidio agravado por el vínculo en concurso real" (en el caso de su madre) y "homicidio simple" (por su tía).
Más allá de que realizó la denuncia por la desaparición, Gil Pereg siempre estuvo en la mira de los investigadores, que lo calificaron como “una persona inteligente, con un coeficiente intelectual muy alto”. Solitario, ermitaño y malhumorado, este ingeniero en electrónica y exsoldado del ejército de Israel vivía en condiciones de indigencia.
En su domicilio no tenía muebles, alimentos ni servicios básicos. Por el contrario, en la propiedad sí habían armas, dinero en efectivo (el equivalente a cerca de 3 millones de pesos en dólares y euros) y animales en malas condiciones o muertos.
El sábado 12 de enero las mujeres llegaron a ese domicilio junto a Gil Pereg. Distintas cámaras de seguridad confirmaron ese hecho, pero ninguna registró su salida de la propiedad, como había declarado el imputado.
El plan del asesino comenzó a desmoronarse el viernes 18 cuando, en un allanamiento, efectivos descubrieron manchas de sangre en una bolsa de cemento y en una remera del imputado. Los estudios de ADN comprobaron que pertenecían a las víctimas. Exactamente una semana después el hombre fue arrestado, pese a que aún no se habían encontrado los cuerpos.
Finalmente el pasado sábado un perro adiestrado en la búsqueda de cadáveres marcó un punto de la propiedad y no se equivocó: allí estaban los cadáveres de las mujeres que habían sido brutalmente asesinadas.
Saroussy era funcionaria de un ente recaudador israelí y Pereg era profesora de microbiología en la Universidad de Nueva Inglaterra, en Australia. Compañeros de la docente aseguraron que su hermana le insistió para que la acompañara a Mendoza para visitar a Gil Pereg. Llegaron el viernes 11 de enero y desde el día siguiente nada más se supo de ellas.
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